Fotógrafo de Bodas en los Jardines de Fuenreal. Macarena e Ismael.

Fotógrafo de Bodas en los Jardines de Fuenreal.

Dicen que Julio Romero de Torres es el pintor de la mujer cordobesa, y casi nadie hoy día discute eso en la ciudad califal. Hace algún tiempo hemos tenido la oportunidad de ser testigos como fotógrafos de boda en Córdoba de la boda de Macarena e Ismael. Ella es el vivo ejemplo de esa belleza cordobesa que está en la raigambre misma de la ciudad y de la que Ismael está locamente enamorado. Salta a la vista en las fotografías de su boda y lo pudimos capturar y sentir tras la cámara y junto al resto de sus familiares, en la pasada boda que celebraron en la ciudad y en la que tuvimos la suerte de participar como Fotógrafo de Bodas en los Jardines de Fuenreal.

 

Para los preparativos, ambos decidieron hacerlo en las casas familiares. Esos pequeños nervios de los novios en los momentos previos nos permiten capturar esas imágenes de cierta inquietud ante el momento tan esperado. Las familias les ofrecen todo su cariño, una cierta dosis también de nerviosismo y sobre todo, momentos tan mágicos como los de algunas de estas fotografías que podéis ver en este post.

 

Una vez pasados estos primeros momentos nos dirigimos hacia el Cortijo Fuenreal, donde se celebró la ceremonia. Mientras Ismael esperaba ansioso la llegada de Macarena, ella, llegó espléndida en un coche de caballos y se convirtió, como no, en la protagonista de la boda. En esos momentos, los novios dejaron ya los nervios atrás para disfrutar de verdad de estos recuerdos inolvidables para ambos junto a sus familias. Cada gesto, cada emoción, cada mirada cómplice, no hacía más que demostrar el amor que ambos sienten el uno por el otro y que hemos intentado capturar en cada fotografía. La fotografía de una boda, para nosotros, no tiene sentido sino se transmite lo verdaderamente importante: las emociones. Es el aspecto más intangible de una boda pero, sin duda, el más importante.

 

Y, por supuesto, la fiesta, que sin duda duró hasta altas horas de la noche y que permitió disfrutar a los novios e invitados de un fin de fiesta magnífico para todos.

 

 

“¿quiere ver a una niña que tiene el pie bonito, pero bonito de verdad? –y en una especie de procesión ritual, lo llevó a ver las manos más bonitas, el brazo, los ojos- …al día siguiente, en el estudio de Romero de Torres, encontré, reunidos en los cuadros del pintor, el pie, las manos, los ojos, los diferentes trozos de Córdoba que había visto el día anterior desperdigados por sus calles”

( Corpus Barga, en un texto titulado Julio Romero de Torres. España pintada por los españoles. Córdoba y su último pintor)